“It Was The War, Stupid”

Ha sido un voto de no confianza, y el mundo parece aliviado.

Ahora, después del gran éxito, viene lo difícil para los demócratas, gestionar con Bush una estrategia que permita la salida ordenada de Irak sin dejar el país en el caos.

La oposición demócrata en Estados Unidos celebra su triunfo en las elecciones legislativas. El presidente de EEUU, George W. Bush, admitió su "decepción" por los resultados y aceptó que comparte "una gran parte de la responsabilidad" en la derrota republicana, tras la cual el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld -uno de los artífices de la invasión de Iraq y la cara visible de los errores en la guerra- presentó su renuncia al cargo.

Impulsados por una ola de descontento público con la guerra, la corrupción y el liderazgo del presidente George W. Bush, los demócratas habrían ganado unos 30 representantes en la Cámara Baja en las elecciones del martes.

En un importante revés para Bush y los republicanos, el Partido Demócrata también logró cinco de los seis puestos en el Senado que necesitaban para tener mayoría, amenazando con hacerse con el control de ambas cámaras por primera vez en 12 años. Este resultado ha superado las propias expectativas de los demócratas.

Esta elección legislativa es una buena plataforma para lanzar candidatos a la presidencia, ahora lo difícil para Bush, será gobernara los últimos 2 años con la minoría.